domingo, 10 de octubre de 2010

Ejercicio físico, movimiento y nutrición de las articulaciones sinoviales


Como ya sabemos el ejercicio es indispensable para las articulaciones del cuerpo humano. La razón es que nuestro cuerpo ha ido evolucionando durante miles de años para tener un sistema musculo esquelético que nos permita el movimiento que garantizaba la supervivencia. Solamente en los últimos cien años aproximadamente el Hombre no requiere del uso permanente de su sistema musculo esquelético para lograr subsistir, pero el cuerpo sigue requiriendo del ejercicio físico para mantenerse en condiciones óptimas, funcionales y de salud.
Todo movimiento realizado por el cuerpo involucra gran cantidad de estructuras que permiten la realización del mismo dentro de estas estructuras se encuentra y juegan un papel importantísimo las articulaciones.
Los especialistas coinciden en que gran cantidad de lesiones se presentan en estas estructuras es por la falta de una condición física adecuada, los excesos y el sedentarismo.
Cuando se refieren a los porcentajes de lesiones articulares, la mayoría de estas se localizan en las articulaciones sinoviales, siendo estas las mas exigidas y expuestas al realizar ejercicios físicos.
Una articulación sinovial típica está formada por dos huesos cuyos extremos están cubiertos por cartílago articular (hialino)
La articulación está rodeada por una capsula articular de tejido fibroso. Determinados segmentos de la capsula muestran un mayor grosor para formar ligamentos de sujecion.La capsula esta revestida por una fina membrana sinovial. Los extremos de los huesos que forman una articulación de este tipo están cubiertos por cartílago hialino, sustancia parecida a un gel que contiene gran cantidad de fibras y se compone de un 70/80% de agua y no tiene vasos sanguíneos o nervios, dependiendo su nutrición del liquido sinovial.
La nutrición del cartílago se realiza por difusión desde el líquido sinovial, las sustancias penetran y salen del cartílago nutriendo de esta manera la articulación, este proceso depende en gran medida del movimiento regular, el cual produce las alteraciones dentro del fluido.
Cuando el cartílago es comprimido intermitentemente con el movimiento, por ejemplo al andar o al correr, los nutrientes son bombeados hacia a dentro y hacia afuera del cartílago.
Cuando se está sometido a una carga constante, como ocurre cuando se está de pie durante mucho tiempo, el cartílago es comprimido más y más, lo cual no permite que penetre el líquido. Esta compresión continua sin interrupción puede disminuir el grosor del cartílago hasta en un 40%, y si a esto le sumamos una condición de sobre o deficiencia en la hidratación este porcentaje aumenta considerablemente.
Todo lo anterior solo refuerza la importancia del movimiento regular y continuo y los efectos preventivos que el ejercicio físico proporciona.
El mantenerse en movimiento permite que las articulaciones se mantengan a tono evitando así artritis, desgaste óseo prematuro, estabilidad articular, mejor y mayor movilidad y fuerza, argumentos para hacer ejercicios abundan solo hay que tomar la decisión de hacerlo le aseguramos que no se arrepentirá, estará invirtiendo tiempo en su salud, en una vida autónoma, sana y funcional.

viernes, 8 de octubre de 2010

El ejercicio reduce la fragilidad física y mental del anciano


El ejercicio físico previene el deterioro del adulto mayor. Los beneficios de la actividad se reflejan tanto en el estado físico como en el mental.
La práctica de ejercicio reduce la fragilidad física y mental del anciano. No hay estudios de magnitud que lo aseguren, ni que muestren los efectos de la actividad física sobre los efectos favorables o desfavorables sobre la fragilidad, pero lo que sí está claro, es que el sedentarismo es uno de los principales motivos de que se produzca un deterioro en los adultos mayores
Entre las consecuencias negativas de llevar una vida sedentaria, se han destacado la sarcopenia y la neuropenia. La falta de movilidad puede tener consecuencias muy negativas sobre el organismo, ya que puede provocar disfunciones como la sarcopenia, con la que se atrofian los tejidos con el paso de los años y la inactividad, o la neuropenia, que comienza a partir de los 30 años, perdiendo sustancia blanca y funcionalidad en los neurotransmisores, lo que da lugar al deterioro cognitivo y a la pérdida de funcionalidad.
Además, los beneficios sobre el rendimiento cognitivo que puede tener mantenerse físicamente activo , ha destacado la importancia de practicar deportes recreativos y ejercicio físico regularmente , puesto que ayuda a prevenir la fragilidad y puede ser la mejor medicina, la más eficaz en el anciano y la más efectiva

domingo, 3 de octubre de 2010

EL ENTRENAMIENTO FUNCIONAL Un enfoque saludable del entrenamiento de fuerza


El entrenamiento de fuerza ha pasado por varias percepciones o enfoques. Al principio fue concebido para el desarrollo de fuerza en atletas cuyas disciplinas exigieran la manifestación de fuerza máxima, como por ejemplo la halterofilia o los luchadores.Paulatinamente,el entrenamiento de fuerza, o con pesas, se fue extrapolando a otras disciplinas deportivas, como el atletismo, baloncesto, fútbol, tenis… Estos objetivos deportivos se modifican con la aparición del culturismo (bodybuilding), disciplina la cual utiliza el entrenamiento con pesas con el objetivo de mejorar el cuerpo estéticamente. Estas concepciones tienen un marcado carácter deportivo.Con el tiempo esta situación se ha ido disipando, y el entrenamiento de fuerza o de pesas, se ha extrapolado a prácticamente todos los ámbitos de la vida. Eso si, con objetivos adecuados, y por tanto, diferentes de los entrenamientos deportivos. Desde este punto de vista, se comienza por denominar más acertadamente este tipo de entrenamiento,como entrenamiento contra resistencias. Se concibe que el entrenamiento puede ser beneficioso para rehabilitar y prevenir lesiones, para desarrollar una condición física saludable y como alternativa al sedentarismo del siglo XXI.
Bajo estos parámetros saludables, aparece una metodología de entrenamiento conocida como ENTRENAMIENTO FUNCIONAL (functional training). Desde la dimensión deportiva esta metodología pretende generar un estímulo de entrenamiento muy similar al ocurrido durante la competición deportiva. Por lo tanto, la especificad del estímulo es la principal característica del entrenamiento funcional. Este entrenamiento generará dentro de lo posible un estímulo cuya manifestación de fuerza sea la más cercana a la ocurrida durante la competición.Por ejemplo, un entrenamiento de explosividad o saltos pliométricos para un saltador de altura, frente a un trabajo extensivo hipertrófico para piernas para el mismo atleta de salto.
Por otro lado, desde el prisma de la SALUD, el entrenamiento funcional, se basa en la realización de ejercicios (patrones de movimiento), cuyo objetivo principal será el desarrollo de una correcta higiene postural (Heredia, Chulvi, Ramón, 2006) para mantener una correcta Actitud Tónico Postural Equilibrada en todas las situaciones (Heredia, Ramón, Abril , 2005), que caracterizará un entrenamiento efectivo, seguro y beneficioso (Chulvi, 2005).
Se centra en una concepción más global, por eso entiende de movimientos, no de ejercicios de predominancia muscular (aislados o analíticos), por eso se puede hablar de trabajo encadenado, en donde además del control y el desarrollo de fuerza de los diferentes grupos musculares, prima el control neurológico de reclutamiento de patrones. Una correcta organización y sincronización de la puesta en marcha para la ejecución de cualquier ejercicio. Propone ejercicios en todos los planos de movimientos que permite fisiológicamente las articulaciones. Debido a este carácter global, se presta atención no sólo a la articulación que se mueve (incluido los músculos que la ponen en movimiento) sino a las articulaciones que se estabilizan para permitir el movimiento. Esta situación pondrá en evidencia la articulación más débil (a la hora de ejecutar un movimiento específico) a la cual se le puede denominar como eslabón débil (Leal, 2004; Heredia, 2005), por tanto, el movimiento estará supeditado al aguante de dicho eslabón. En la gran mayoría de movimientos propuestos en los que se sitúa el tronco sin apoyo (sin banco) y que se requiere de un movimiento de las extremidades, tanto inferiores como superiores, tendrá su eslabón débil en la columna lumbar, la cual no puede estar estable para una correcta ejecución del movimiento cono la columna en posición neutra (lordosis neutra) (Panjabi y col., 2003). Como se ha comentado anteriormente, la columna no se mantiene estable, partiendo de la teoría aportada por Panjabi (1992,2003) existen tres subsistemas que determinarán el nivel de estabilidad espinal:
1. subsistema de control (sistema nervioso)
2. subsistema de estabilidad pasiva (vértebras, cuerpos vertebrales y ligamentos)
3. subsistemas de estabilidad activa (músculos y tendones)
Destaca por tanto el trabajo de estabilización activa que debe realizar los músculos que rodean la zona inestable. En esta caso, esos músculos, componen un grupo conocido como región lumbo-abdominal (también denominada CORE). Estos músculos serán fuertemente activados a mayores niveles de inestabilidad lumbar, lo cual les provocará un fuerte estrés, y por tanto, un estímulo de mejora. Debido a este fenómeno se aplican ejercicios con elementos auxiliares que faciliten o amplifiquen la inestabilidad de la zona lumbar, como es el caso del fitball o del bossu. Permitiendo un trabajo de la zona lumbo-abdominal dentro de unos parámetros más funcionales (preventivos o profiláctico) frente a carácter más estéticos. (Chulvi,2005)
Desde el aspecto metodológico de progresión, destacan lo que los autores muy acertadamente han denominado microprogresiones neurológicas (Leal ,2004; Heredia, 2005) en donde se pretende intervenir desde un menor grado de control neurológico hasta el mayor grado de control. También existen microprogresiones basadas en la estabilidad, es decir, desafiando cada vez más la estabilidad de un movimiento.
A modo de conclusión final se recuerda que este trabajo orientado hacia la salud del organismo pretende generar un estímulo que sea lo menos nocivo posible y lo más beneficioso que se pueda. Además de estar basado en el principio de que considera que el cuerpo está hecho para moverse, en una infinidad de planos y grados de movimientos.

viernes, 1 de octubre de 2010

EJERCICIO FÍSICO Y PARKINSON


Es un hecho público y notorio que el ejercicio físico es bueno para la salud de las personas y para quienes padecen la enfermedad de Parkinson no son la excepción.
El ejercicio físico debe de ser considerado una parte importante en el tratamiento de la persona que lo padece.
Mas allá de los beneficios para la salud física y el estado de ánimo, las nuevas investigaciones muestran que el ejercicio físico puede proteger la salud y el buen funcionamiento de las estructuras que producen la dopamina.
Estudios han demostrado que la actividad física regular y programada especialmente los ejercicios aeróbicos promueven la liberación de factores neurotrópicos (estas son las sustancias químicas que produce el cerebro y protegen de la degeneración de las células y hacen que la conexión neural se mantenga), además el ejercicio aeróbico aumenta la cantidad de sangre y oxigeno que va al cerebro, mejorando así prácticamente todas las funciones cerebrales y por ende las fisiológicas.
Décadas de estudios y experimentos han demostrado que el ejercicio físico aumentan la tendencia de las células cerebrales a hacer conexiones más eficientes aumentado así las capacidades funcionales del cerebro, el sedentarismo produce el efecto contrario exponiendo de esta manera al individuo a un desgaste más acelerado de todas sus funciones cerebrales y físicas.
Ese viejo principio de usarlo o perderlo se puede aplicar en este caso.
Los estudios realizados con pacientes que padecen de parkinson has demostrado de manera contundente que el incremento de la fuerza , el equilibrio, la resistencia , la coordinación y la flexibilidad mejora exponencialmente en quienes se someten e incluyen un plan de ejercicios en su tratamiento regular.
Un plan de ejercicios realizado durante una hora , a baja intensidad y que incluya ejercicios adaptado a las capacidades , experiencia de la persona que padece la enfermedad ,así como también el nivel afectación de la enfermedad a la persona, son factores importantísimos que hay que tomar en cuenta a la hora de planificar y ejecutar un plan de acondicionamiento físico especifico para esta población .