Es un síndrome causado por afecciones que dañan al músculo esquelético. Cuando estos músculos están dañados se libera en la sangre un pigmento proteínico que contiene hierro, llamado mioglobina, el cual puede causar graves daños renales.
La rabdomiólisis destruye las células musculares y en la mayoría de casos afecta los músculos de pantorrillas y espalda. Sus causas son numerosas, hereditarias o adquiridas.
Estas últimas incluyen: traumatismos musculares, ejercicio excesivo, golpes, ingestión de fármacos y toxinas, enfermedades infecciosas, golpe de calor, desequilibrio electrolítico, perfusión inadecuada de sangre, entre otras. Los síntomas de rabdomiólisis son sumamente variables, sin embargo, la debilidad muscular prolongada es el hallazgo más frecuente. Los pacientes refieren dolor muscular, rigidez, calambres, malestar general, sensibilidad muscular, orina anormal (oscura, roja o café), signos de deshidratación.
También pueden presentarse otros síntomas como fatiga, fiebre, dolor articular, convulsiones, hinchazón muscular, aumento de peso involuntario, dolor de espalda, náusea y vómito. El alcoholismo, las lesiones por compresión, intolerancia al calor, insolación, bajos niveles de fosfato, convulsiones, esfuerzo extremo, consumo o sobredosis de drogas, especialmente cocaína, anfetaminas, estatinas, heroína o PCP, constituyen los principales factores de riesgo de rabdomiólisis. Para prevenir la enfermedad se recomienda tomar líquidos en abundancia después de hacer ejercicio agotador o al estar sentado o trabajando en clima caliente y húmedo. Debe evitarse el consumo excesivo de alcohol y el consumo de drogas ilícitas. El diagnóstico de rabdomiólisis se efectúa mediante una exploración física y a través de exámenes que pueden incluir pruebas de orina, pruebas de sangre y/o pruebas musculares (electromiografía). El tratamiento incluye tomar grandes cantidades de líquidos o administrarlos por vía intravenosa, ya que la hidratación ayuda a eliminar rápidamente la mioglobina de los riñones, previniendo así complicaciones. Los medicamentos recetados para tratar la rabdomiólisis abarcan diuréticos (para limpiar los riñones) y bicarbonato (para disminuir los efectos tóxicos de la mioglobina).
La rabdomiólisis puede tener serias complicaciones como: arritmias cardiacas, daño o insuficiencia renal, paralización de la circulación de la sangre e insuficiencia de varios órganos.
El pronóstico de la rabdomiólisis varía según la magnitud del daño renal. En general es bueno, cuando se instaura el tratamiento en forma temprana.
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