En el capitulo anterior comentábamos las bondades del entrenamiento con la FITBALL o BALON SUIZO, mejora la fuerza, la resistencia y el equilibrio, mejora el tono muscular, proporciona un entrenamiento cardiovascular de bajo impacto ideal para personas mayores y con afecciones cardiacas, mejora y corrige la postura, previene y alivia patologías y dolores de espalda, ayuda a aumentar la conciencia del cuerpo y su posición (propiocepcion) capacidad esta importantísima y subestimada por muchos.
La eficacia de este tipo de entrenamiento es que ayuda a tomar conciencia de los desequilibrios del cuerpo, mejora y desarrolla la funcionalidad, la agilidad y los reflejos.
La superficie inestable de la pelota es el medio más fácil para reconocer los defectos posturales y trabajar para corregirlos. Como hay que hacer el esfuerzo para mantener el equilibrio sobre la pelota, se ejercita el cuerpo de modo más generalizado e integral y se movilizan músculos más débiles que apenas se usan normalmente. Por ejemplo, el hacer una flexión de codos sobre la pelota, no solo fortalece los tríceps, los pectorales y los músculos de la espalda, como sucede en una flexión convencional, sino que también realiza un trabajo adicional de estabilización con los abdominales y los músculos lumbares, así como todos aquellos pequeños músculos estabilizadores que mantiene la postura y sostiene el cuerpo.
Cuando se cambia la forma de realizar un ejercicio se obliga a los músculos a realizar un esfuerzo mayor del habitual.
El entrenamiento con la FITBALL potencia todos los aspectos fundamentales para tener y mantener una buena postura.
Una postura correcta es esencial para cualquier movimiento, ya sea al hacer ejercicio, bailar o realizar actividades cotidianas. La mayoría de las personas tiene defectos o malos hábitos posturales que les dificultan practicar ejercicio correctamente y ser más eficaces en su vida diaria.
Dos problemas posturales comunes son la lordosis y la sifosis.
En la lordosis se forma una curva pronunciada en la zona lumbar. El peso del cuerpo se apoya en la punta de los pies, los abdominales se pronuncian hacia adelante y los músculos lumbares, los glúteos, los músculos laterales de las caderas y los aductores están rígidos.
En la sifosis se forma una curva pronunciada en la espalda media: es frecuente en personas mayores y en algunos adolecentes. La pelvis se sitúa tras la zona superior del tronco, el cuello se comprime y con ello la barbilla cae, el pecho se curva hacia a dentro y los aductores se estiran en exceso.
En una postura ideal se mantienen las curvas naturales del cuello y la zona lumbar, los músculos del tronco están equilibrados. El triangulo pélvico debe estar centrado, para coordinar de forma eficaz los músculos del tronco situados entre la caja torácica y la pelvis. Esta posición se conoce como pelvis neutra.
La postura, la fuerza, el equilibrio y todas y cada una de la valencias mencionadas en este artículo se desarrollara, mejoraran y se potenciaran siempre y cuando usted sea constante y tenga la asesoría y guía de un profesional del área.
Recuerde el secreto es ser constante y perseverante para alcanzar la meta trazada.
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